24 Ago, 2020

Consideraciones para construcción de puntas terminales para cables de Media Tensión

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La intervención sobre un cable de media tensión siempre presenta un reto técnico, pues cualquier desperfecto en la instalación o conexión tiene como desenlace la falla del circuito, además del aumento de las probabilidades de siniestro por incendio o explosión. Por lo mismo, es determinante conocer los componentes de los cables, cómo funcionan y cuáles son las alternativas que ofrece el mercado para hacer más sencilla y segura dichas intervenciones.


Componentes de un cable de media tensión


El primer elemento de un cable de cualquier nivel de tensión es el material conductor por el cual circula la corriente eléctrica, el cual puede ser aluminio, cobre u otro metal conductivo. El segundo componente es el material aislante que permite tener contacto con el cable, pero no con el conductor que se encuentra en el interior.


En un nivel de tensión superior a 1000 volts se presentan una serie de fenómenos electromagnéticos que impiden que el cable tenga una construcción tan simple como la de uno de baja tensión. El primer inconveniente es que existe una diferencia de potencial considerable entre el conductor y el material aislante lo cual genera descargas por efecto corona sobre ciertas partes del material de aislamiento. Con el paso del tiempo estás descargas continuas perforan el aislamiento desembocando en una falla a tierra. Para solucionar este inconveniente se instala una capa semiconductora que separa el conductor y el material aislante de forma que el campo eléctrico se distribuya de manera uniforme, impidiendo así descargas puntuales por efecto corona en ciertas partes de la instalación.


Una vez solventado el primer inconveniente con la capa semiconductora, viene el segundo fenómeno: la alta concentración de campo eléctrico sobre el punto más cercano a tierra. De nuevo, es necesario encerrar ese campo eléctrico y distribuirlo de manera uniforme con el objeto de evitar la perforación y falla a tierra por cortocircuito. Para lograrlo se utilizan una segunda capa semiconductora y una pantalla metálica, la cual puede ser una cinta de cobre o hilos en diferentes disposiciones.


Las funciones de esta pantalla metálica son:

- Contener el campo eléctrico dentro del cable uniforme e invariable

- Evitar la radio interferencia

- Conducir las corrientes de cortocircuito

- Generar una referencia de tierra alrededor del cable de media tensión


Por último, la pantalla se cubre con una chaqueta de PVC, polietileno u otro material equivalente que le brinda al cable resistencia mecánica, a químicos y rayos ultravioletas.

 

Empalmes y terminales correctos


Después de describir los elementos de un cable de media tensión, se entiende por qué cualquier intervención para terminarlo o empalmarlo debe dar correcto tratamiento a todas las capas que lo componen.


Cuando la necesidad es empalmar, debe existir una continuidad del conductor, así como de todas las capas de uno de los cables al otro, de manera que la transición no presente los fenómenos electromagnéticos expuestos.


En el caso de una terminación de media tensión, el objeto es finalizarlo correctamente hasta el borne y eliminar así los efectos electromagnéticos que pueden deteriorar el aislamiento


Requisito 1: Control de campo eléctrico


Según la norma IEEE48-1990, lo primero que debe tener una terminal de media tensión es control de campo eléctrico en el corte de la capa semiconductora. En algún punto del cable, todas sus capas deben finalizar para permitir su conexión. Al finalizar la capa de aislamiento del conductor, las líneas de campo eléctrico se concentran en el punto más cercano a tierra, es decir, donde se realiza la capa semiconductora exterior. Ese ataque constante produce un desgaste sobre el aislamiento que eventualmente terminará rompiéndolo y generando una falla a tierra del conductor interno.


Existen varias técnicas para mitigar la concentración de líneas de campo eléctrico: la primera es el método geométrico que consiste en incrementar gradualmente el espesor del aislamiento en el punto crítico. Esta técnica es conocida como “de alivio” por la forma resultante de la terminal para desviar las líneas de campo eléctrico (ver siguiente imagen).



Otro procedimiento conocido como “eléctrico capacitivo” consiste en la instalación de un material con alta constante dieléctrica.  En este caso, el control de fuerza se logra con la refracción del campo eléctrico. Está refracción es causada por la diferencia de los valores de k de las capas dieléctricas. Cabe recordar que la constante dieléctrica k de un material está dada por como el material es afectado por un campo eléctrico y a su vez, como dicho material afecta el campo eléctrico.


Tomando como referencia el aire que tiene un valor de 1, el material aislante de un cable tiene un valor de 3, pero el material que se usa en estos casos para el control de fuerza tiene un valor de 30. Por el cambio de medio es posible desviar las líneas de campo eléctrico y así impedir que se concentren en el punto donde finaliza la capa semiconductora, de modo tal que se puede tener una terminal más delgada, pero cumpliendo con la función en este punto crítico (ver siguiente imagen).


Requisito 2: aislamiento contra corriente de fuga


El segundo requisito que debe cumplir un terminal de media tensión es el aislamiento contra corriente de fuga. Éstas se dan porque sobre su superficie se presentan degradaciones y se forman pequeños caminos de carbono los cuales permiten la circulación de corriente sobre la superficie de la misma. Como es obvio, esto con el tiempo genera una falla a tierra porque estos caminos conducirán la corriente desde el conductor hasta la puesta a tierra de cable.


Los principales factores que deterioran la superficie de la terminal son cuatro y su combinación es la que provoca la ruptura del material aislante:

- Contaminación Ambiental

- Radiación

- Llovizna

- Niebla

 


Las alternativas


Existen muchos materiales como porcelanas y polímeros que tienen un buen comportamiento, pero su vida útil es relativa y difícil de estimar debido a que depende en gran medida de factores externos, como la experiencia del técnico instalador.


También existen los termoencogibles, pero requieren el uso de calor y llama directa durante su instalación - lo que supone un riesgo para el operario y para la instalación como tal -, o empujables, que mediante el uso de grasas lubricantes permiten instalar un componente premoldeado para terminar o empalmar el cable. La instalación de este último sistema tampoco resulta sencilla dado que, en algunos casos de terminales para uso exterior, las campanas no son parte integral del producto y deben colocarse por partes, aumentando el margen de error.


Así pues, las terminales encogibles en frío representan una interesante alternativa en tanto no requieren calor ni llama durante su instalación. Adicionalmente el caucho de silicona del cual se componen es inorgánico y por lo tanto las posibles erosiones que se creen en su superficie no generan los caminos conductivos del carbono antes mencionados y en el caso de instalaciones exteriores, cuando el material entre en contacto con el agua tiende a crear gotas sobre su superficie pero no a mojarlo, como si ocurre con las porcelanas y otros materiales usados en este tipo de productos.


En cuanto a la superficie lisa que proporciona, la silicona dificulta el proceso de adhesión de contaminantes presentes en el medio ambiente. También recupera su hidrofobia aun cuando ha sido transformada en hidrófila debido a descargas eléctricas, las cuales son inevitables. Sumado a esto, el material se recupera por sí mismo, caso contrario a otros en los que los daños son degenerativos y acumulativos.

 

Cómo funcionan los encogibles en frío.


Conocida como Cold Shrink, esta tecnología desarrollada por 3M, se compone de un solo cuerpo preensamblado sobre un núcleo espiral plástico. En ese cuerpo se encuentran todos los componentes necesarios, de ahí que el técnico no debe preocuparse por la correcta instalación de los hechos o por el tubo de control de fuerza, trasladando esa responsabilidad al producto.


La instalación, que puede realizarse en una o dos horas como máximo, consiste en colocar el cuerpo prensado en el lugar final de la instalación marcado previamente con cinta y jalar la punta del núcleo de plástico. Este, al ser una espiral, se desarrolla suavemente haciendo que la terminal o empalme se contraiga sobre el cable exactamente en el lugar requerido, sin el uso de ninguna herramienta adicional o fuerza excesiva.


El diseño de este tipo de terminales incorpora todos los componentes principales en el mismo cuerpo del terminal y se adapta a varios rangos de calibres de cable.


Debe seleccionarse exactamente para el calibre del cable, que se instala para el posterior conexionado.












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