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En la última década y de acuerdo a las estadísticas oficiales, el número de accidentes ocasionados por la corriente eléctrica ha alcanzado alrededor de 12.000 lesiones; esto quiere decir que, en promedio, más de 1.000 personas al año sufren lesiones (y hasta la muerte) por accidentes relacionados con la energía eléctrica. Las principales causas en general se relacionan con aspectos derivados de la organización del trabajo (prevención, capacitación, idoneidad, etc), agravados por la falta de información sobre los riesgos a los que las personas están expuestas y la forma de prevenirlos.
Sabemos
que, ante los profundos y acelerados cambios que se producen en pos de la
competitividad, el capital más importante que tienen las empresas son las
personas, por lo que el énfasis ha de estar puesto en la participación activa y
responsable de quienes trabajan y en la información y formación que estos
reciben. La muerte, el daño, y la enfermedad adquirida por ocasión de trabajo,
representan una denuncia a la falta de valores y además provocan costosas
pérdidas económicas, poniendo en riesgo la viabilidad de la empresa.
En ENEXAR,
nos sentimos orgulloso de trabajar a diario para proveer soluciones de alta
tecnología a nuestros clientes; entendiendo la vida humana como el mayor
recurso con el que cuentan las industrias y la seguridad de quienes trabajan
como un valor ético, pero también, como un factor de calidad y productividad.
Por ello tenemos la convicción de que invertir en las trabajadoras y
trabajadores, es invertir en competitividad.
Entre la
gran cantidad de elementos de protección personal que pueden salvar nuestra
vida al momento de realizar una maniobra, o tan siquiera acercarnos a fuentes
de energía eléctrica de Media Tensión (entendida como la corriente eléctrica
cuyos valores de tensión se encuentran entre los 1.000 y los 66.000 voltios),
sobresalen los detectores personales de tensión; equipamiento que, cualquier
sujeto que opere o tenga bajo su responsabilidad una instalación eléctrica de
media tensión, debe cargar consigo.
El Detector
personal de tensión D-TUERI es un detector de campo eléctrico omnidireccional:
Cuando el operario se aproxima a un campo eléctrico comprendido entre 10kV y
66kV y sobrepasa una distancia aproximada de 1 metro (10kV) y 3 metros (66kV),
el detector mantiene una señal acústica que indica al operario que se encuentra
en una zona de peligro y, hasta que este no se aleja de la fuente, la alarma
continuará pitando. A diferencia de otros equipos de este tipo; el D-Tueri
cuenta con un acelerómetro que le permite dar una alarma variable en función de
la velocidad; por ejemplo: Si un operario se aproxima a una velocidad mayor a
lo establecido como “normal”, el detector comenzará a pitar a una distancia
mayor, con el objeto de brindar un mejor tiempo de respuesta a este. Este
dispositivo, microprocesado; realiza en tiempo real los cálculos e
interpretaciones necesarias para, no sumar campos electromagnéticos y conservar
así la capacidad de detección a distancias seguras para la tensión en que se
trabaja, entre otras.
*Organización Internacional del Trabajo. (2018) Prevención de Riesgos en Trabajos con Corriente Eléctrica. Recuperado de:
https://www.oitcinterfor.org/sites/default/files/preve_electrica.pdf